De todos es conocido que los incendios forestales provocan graves daños en los ecosistemas naturales y daños económicos y sociales. Cuando un incendio tiene lugar, además de la perdida de vidas humanas y los enormes daños materiales que ocasionan, los perjuicios ecológicos son también significativos.

Según los expertos de ASYPS, un incendio, por pequeño que sea, provoca la destrucción del hábitat de muchas especies, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de aguas, aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera, desertificación, o el impacto sobre los microorganismos del suelo, entre otras catástrofes medioambientales.

Por ello, la organización ecologista WWF ha publicado el Informe “Fires Forest and the future"profundiza en la estrecha relación existente entre los incendios forestales y el cambio climático, que produce un aumento de las condiciones propicias para los incendios, como temperaturas más altas y períodos de sequía más prolongados. En este sentido, alerta que en todo el mundo la temporada de alto riesgo de incendios forestales ha aumentado en seis semanas.

La organización alerta de que desde 2010, cada año se han quemado alrededor de 4 millones de km2, lo que equivale al 3% de la superficie del planeta. Las previsiones para 2020 son peores que las de 2019, puesto que en el mes de abril aumentó en un 13% en comparación con el año pasado, que, de hecho, ya fue un año récord en incendios forestales.

Descargar el Informe "Fires, Forest and the Future".